El girasol es una planta con una gran capacidad de adaptación a distintos tipos de suelos y climas como bien sabemos, y en contra de la creencia de que no necesita abonado, todo lo contrario, siempre y cuando la humedad del suelo no actúe como factor limitante del rendimiento, es un cultivo que responde muy bien a una correcta fertilización, incrementando de una forma muy significativa la producción.

En el equilibrio N-P-K, hay que destacar el potasio, que favorece la actividad fotosintética influyendo notablemente en el contenido de grasa.

El nitrógeno es indispensable para la formación de las cabezuelas y el llenado de los aquenios. Sin embargo, su exceso provoca un desarrollo excesivo de la vegetación (menor índice de cosecha) y retraso de la maduración.  Sólo es recomendable una aportación de Nitrógeno en cobertera, en cultivo de riego, en el estado de cinco pares de hojas (estado B10), para no retrasar la maduración de los aquenios. El azufre es un elemento esencial para la formación de la coenzima A (síntesis de aceite).

En base a esto, nuestra recomendación es aplicar SUPERNITRO, equilibrado en las tres formas nitrogenadas y con AZUFRE y PHC.

En el caso del girasol, el PHC mejorará la absorción y asimilación de nitrógeno junto con el azufre, pero sobre todo nos interesa porque va a aumentar la capacidad de intercambio catiónico, poniendo a disposición de la planta cationes importantes para este cultivo como son el potasio, magnesio y boro que contenga de por si el suelo (a parte de los que le hayamos incorporado con el abonado).

Entre los microelementos, el girasol es un cultivo exigente en BORO, del que absorbe más de 400 g/ha. La carencia de este elemento en casos severos, produce la caída de las cabezuelas. En casos menos graves y habituales, por cierto, produce fallos en el cuajado de los frutos que rellenan irregularmente las cabezuelas con descensos importantes de los rendimientos.

En aplicaciones foliares en estado de 5-8 pares de hojas es muy interesante aplicar 3-5 litros/Ha de BOROFLUID-Mo, suplementaremos el Boro en cobertera y añadimos Molibdeno, que favorece el aprovechamiento del Nitrógeno atmosférico y actúa como activador de procesos enzimáticos.

Está más que estudiado que una fertilización adecuada aumenta la producción y calidad de la pipa. No obstante, hay que saber, que no debemos pasarnos con la dosis de nitrógeno si las condiciones de humedad no son las adecuadas.

En función de la fertilidad de vuestro suelo, desde Fertifluid os proponemos este abonado tipo: